Manifiesto


MANIFIESTO

Ante las candidaturas al ATC de los ayuntamientos de Santervás de Campos y Melgar de Arriba, las gentes de Tierra de Campos, organizaciones sociales y asociaciones de toda índole, se han organizado en la Plataforma Anticementerio Nuclear Tierra de Campos Viva, para lanzar un rotundo NO al cementerio nuclear.

Tierra de Campos y las zonas rurales han sido territorios abandonados por las Instituciones. Sólo ahora se acuerdan de nuestros olvidados pueblos para aceptarlos como candidatos a una instalación peligrosa y contaminante como es el ATC. Los residuos nucleares de alta actividad que se pretenden traer a esta tierra estarán emitiendo radiactividad entre 10.000 y 100.000 años. Esta no es la herencia que queremos dejar a los próximos moradores de Tierra de Campos.

La posibilidad de accidente en el ATC, en los laboratorios de combustible y en el transporte de los residuos, es un riesgo que la población de Tierra de Campos y de Castilla y León no puede asumir. No sería la primera vez que una instalación nuclear presenta serios problemas de seguridad en su funcionamiento. Por ser un proyecto tan peligroso, han presentado este regalo envenenado adornado con dinero.

La solución para los problemas de nuestros pueblos no son los residuos radiactivos que nadie quiere, ni el dinero. La mejora de los servicios públicos, el fomento de actividades económicas sostenibles, la modernización de los equipamientos, el impulso de una agricultura y una ganadería de calidad, el turismo rural, el patrimonio cultural y natural y una mayor y mejor capacidad de gestión de nuestras instituciones deben ser las herramientas para fijar población y garantizar un futuro viable para los pueblos, que no hipoteque a las próximas generaciones.

La instalación del cementerio nuclear, sin embargo, es incompatible con un desarrollo sostenible de la comarca, y será un gran problema para siempre. El ATC puede suponer la sentencia de muerte de nuestra tierra.

Por eso la Tierra de Campos se ha levantado y grita un enérgico:

¡NO AL CEMENTERIO NUCLEAR!

¡POR UNA TIERRA DE CAMPOS VIVA!