De las mejores cosas que tienen las vacaciones en el pueblo son las partidas de mus con los amigos, alrededor de unas copas bien frías, y el humo de unos puritos bien calientes. Lo bueno es que, más allá de los euritos que puedas tener que pagar por pasar un buen rato, cualquier bravuconada lanzada al viento se va y no tiene más efecto que el de una anécdota sin importancia. Salvo gente con poca cabeza, nadie se juega su casa, su negocio, o su futuro en un juego de azar.
Sin embargo, en los últimos meses, en Tierra de Campos se juega una partida de mus con las llaves de la casa y las escrituras encima de la mesa. Además, han aceptado esa partida algunos contendientes que reconocen que es la primera vez que juegan al mus.
Por eso, la humildad exige que los que tienen responsabilidades importantes adopten sus decisiones bajo el paraguas del sentido común, y que no escarben en terrenos que no conocen, porque el peligro de esas partidas de mus con las escrituras en la mesa, es que pierdas y le tengas que explicar a tu mujer, que se ha quedado sin casa.
El día que, improvisadamente (o eso dicen), decidieron jugar la partida del Cementerio Nuclear, asumieron la responsabilidad, para lo bueno y para lo malo, de las consecuencias presentes y futuras que podrían caer, no sobre sus pueblos, sino sobre toda una Comarca. El Siglo XXI es el siglo de las comunicaciones, y el impacto mediático de la concesión del ATC es tan abrumadoramente amplio, que toda la Comarca dejará de ser anónima, para pasar a convertirse en famosa en el mundo entero como el basurero nuclear de toda España.
A partir de ahí, sin entrar en cuestiones sanitarias o científicas que darían para mucho, no son defendibles algunas ideas que hablan del supuesto beneficio económico. Precisamente, el primer impacto sería sobre las actividades económicas ligadas al uso del suelo colindante a esta instalación. Los que estuvieron en la Conferencia de José Larios en Melgar de Arriba, pudieron escuchar que el El Cabril (Córdoba) tienen que vender sus naranjas a la Denominación de Origen “Naranjas de Valencia”, porque el mercado paga muy poco dinero por los productos ligados a zonas nuclearizadas. Los que leen de vez en cuando en
www.pueblodemayorga.info, habrán visto artículos en los que se explica la relación entre la Central Nuclear de Zorita y la Miel de la Alcarria, y sabrán que la mayoría de los productores de miel tienen sus centros de producción a más de 50 kilómetros de la Central, varios a más de 100, y Eroski (uno de los principales productores) a más de 400; eso unido a más de 200 años de tradición. Por tanto, ejemplos similares nos pueden servir de referencia de lo que es una actividad agroalimentaria ligada al tema nuclear.
Nos querrán hablar de Ascó y Vandellós para decirnos que la comarca es muy rica, pero desgraciadamente, Tierra de Campos está a 200 kilómetros de la playa más cercana (si no contamos la de Mayorga), y Ascó y Vandellós están a poco más de 30 de la “Costa Daurada” (Tarragona, Cambrils, Salou, etc…). Muchos probablemente no lo sabían, y pensarán: “si allí no deja de ir el turismo, aquí tampoco”, pero resulta que no tenemos sus playas, sus chiringuitos, sus hoteles, su clima, ni la misma inversión en turismo por parte de las administraciones.
Pero no olvidemos algo trascendental, que es que, con toda esas ventajas de las que disponen en otras zonas, incluidas Centrales y Cementerios Nucleares, ninguno ha podido luchar contra la despoblación, y casi todos ellos han perdido habitantes en las últimas décadas.
Así, tenemos ejemplos que van desde el 7 % de pérdida en el Valle de Tobalina en Burgos (Central de Garoña) o el 8 % de Hornachuelos (Cementerio Nuclear de El Cabril) hasta el 18 % de Almonacid de Zorita (Central de Zorita) o el 23 % en Saelices El Chico (Mina de Uranio). Solo Vandellós ganó población.
Por tanto, malos precedentes para jugarse un órdago contra la despoblación. Todos estos municipios reciben grandes cantidades de dinero, mucho más que por el futuro ATC, y tienen población por encima de los 800 habitantes. Es decir, que sus municipios tenían ya unos servicios de educación y sanidad que permitían asentar población, y aún así, no lo han conseguido. ¿Qué podemos esperar entonces en Tierra de Campos?.
ENRESA habla de 300 empleos en 5 años, y a partir de ahí, solo garantiza 100, de los que más de la mitad serán técnicos del Centro de Investigación. Estas “macroinstalaciones” no las construye un albañil, sino una Unión Temporal de Empresas, del tipo ACS, Ferrovial, y las grandes multinacionales, así que podría darse la paradoja de que menos de 20 empleos sean para gente que ahora mismo vive en Tierra de Campos, a cambio de dejar otros trabajos. A cambio, ¿cuántos empleos se pueden perder por el impacto sobre agricultura, ganadería y turismo?. Recordemos que la Diputación de Valladolid gasta millones de euros para promocionar el Camino de Santiago Madrileño, y que el futuro Cementerio Nuclear estaría en pleno recorrido de dicho Camino entre Santervás y Melgar de Arriba; conclusión: millones de euros tirados a la basura. ¿Cuántas Instalaciones Nucleares se ven desde el Camino Francés? Ninguna. Nosotros ofrecemos poder tocarlas con los dedos; mal negocio.
Y hablando de negocios, y partidas de mus, debemos recordar siempre que en el mus no valen las trampas. Por eso, la partida está viciada desde el momento en que las Convocatorias se hacen a última hora o sin convocar a los Concejales que están en contra. También lo están cuando se cambian a mano las fechas de las convocatorias, o cuando se acuerda con Concejales del Ayuntamiento la compra de terrenos a más del triple del precio de mercado.
La Ley de Contratos del Sector público no permite contratos entre Ayuntamientos y Concejales, pero además de ilegal, es totalmente inmoral y obsceno que haya personas que, con los tiempos que corren, pudieran engordar sus arcas por una instalación que desde el primer momento promovieron bajo el lema de la salvación para la comarca. Erigirse en salvadores a cambio de 100.000 euros, o de 1 millón de euros, no vale, porque pasas de ser salvador, a ser un listo que juega una partida sabiendo que pase lo que pase, no la va a perder porque tiene los reyes escondidos debajo del tapete. Así juega cualquiera. Así juegan los que menospreciaban a los que se oponían al ATC, con la consigna de decir que eran gente de fuera, que solo quería evitar el progreso de los pueblos.
Muchas personas se han mostrado contrarias a esta partida de mus con cartas marcadas, y unos lo han hecho por ser tener la misma conciencia ecológica que hoy nos permite respirar un poco en las ciudades o luchar contra el cambio climático, otros porque creen que su salud y la de sus hijos está en juego, otros porque ven peligrar su medio de vida, otros porque no le ponen precio a la indignidad de convertirse en el Basurero Nuclear de España, y algunos, porque están hartos de ver cómo las partidas de mus en las que se juegan el futuro de una comarca entera se juegan entre personas que hacen trampas.
Todos esos motivos tan despreciados una y mil veces, por políticos, aspirantes a políticos, y gente cuya mejor forma de comprometerse es darse a la fuga, tienen una cosa en común: nadie se lleva una comisión por ello. Desgraciadamente, no todos pueden decir lo mismo, y al final el tiempo puede acabar poniendo a cada uno en su sitio.
Fijémonos que hasta la Diputación y la Junta han cambiado de opinión una semana después de que, ni más ni menos que El País, publicara estas “maniobrillas sin importancia” de dos Concejales de nuestros pueblos vecinos. Todo un dato para reflexionar sobre si estas cosas no son las que hacen que estemos como estamos, y esa sea la verdadera causa de la falta de vida que se quiere arreglar con un Cementerio.