martes, 22 de junio de 2010

Santiago I de Santervás, Salvador y Caudillo



Pasarán los años, y pasará esta pesadilla en que el proclamado por sí mismo Salvador y Caudillo de Tierra de Campos, Don Santiago I, sumió toda una comarca en la más absoluta de las calamidades sociales, que no es otra, que la vergüenza. La vergüenza de no aclamar con vítores y festejos la labor de tan insigne personaje histórico.

Santiago I ha conseguido unir gracias a su proyecto de salvación nacional a gentes tan diversas y de orígenes tan distintos, que no deberíamos hacer otra cosa que felicitarle por ello. Más de 2.000 en Villalón de Campos, más de 3.000 en Valladolid, 500 peregrinos haciendo el Camino de Santiago, y cientos de personas en charlas informativas. Más de 20 pueblos del entorno de 30 Kilómetros alrededor del suyo, las Diputaciones de Soria, León, Palencia y Valladolid, las Mancomunidades de la Zona de Valderas, Sur de León, y Villada-Sahagún, e incluso a la Junta de Castilla y León.
El problema es que todas estas personas y colectivos se han unido para hacerle frente a él, que se ha erigido como el salvador que necesitaba Tierra de Campos. Él no lo entiende, y no lo quiere ver.

Quiere seguir creyendo que la gente le apoya, y cuenta por carta a sus vecinos que los que se oponen son gente de fuera, y vecinos de pueblos que tienen envidia a Santervás porque va a prosperar más que el suyo. ¿Porqué tanta injusticia contigo, amigo Santi?.

Tú quieres lo mejor para tu comarca, pero sin tu comarca. Tú tienes la llave de la solución de los problemas de más de 8.000 personas, y la gente no te lo agradece. Algún día tendrá que ser obligatorio poner una estatua tuya montado en tu tractor en medio de todas las plazas de todos los pueblos esos que tienen envidia del tuyo. Cuán injusta es la vida con aquellos que lo dan todo por los demás.

Cuanta generosidad la tuya con todos ellos, y cuanto desprecio recibes a cambio; maldigo a quién lo hace y no te agradece sumisamente tu dedicación.

Pero claro, como todos son de fuera, no pueden entenderlo. No pueden entenderlo el portavoz de Tierra de Campos Viva (de Santervás), la jueza de paz de tu pueblo (Santervás), mi amigo el de las fotos (de Santervás), mi tío el contador de versos (de Santervás), mis primos que nunca fallan a las fiestas (de Santervás), mi compañero de verbenas y rock and roll cuando uno estaba preparado para ello (de Santervás), un nuevo compañero de aventuras especialista en darle color a un mal sueño (de Santervás), y muchos otros que te han dicho mil y una veces que retires la candidatura al ATC.

Si ellos no pueden, mucho menos podrán entenderlo la otra Portavoz de Tierra de Campos Viva (de Fontihoyuelo), ni los Ayuntamientos de Sahagún, Villada, Villalón, Villarramiel, Melgar de Abajo, Joarilla, Izagre, Villacarralón, Castroponce, Vega, Fontihoyuelo, Gordoncillo, Cisneros, etc… Todos ellos, seguro que actúan por envidia de ti, y de tu proyecto, porque has conseguido para Santervás tantísimas cosas que envidiar, que la Peregrina, el Camino de Santiago, los hoteles rurales, los viñedos, las playas y piscinas fluviales, los embarcaderos, o las empresas agroalimentarias de verdad creadas en esos municipios, solo fijan en ti su mirada cuando tienen algún proyecto en la mente.

Tú que eres Caudillo y Salvador, tú que traerás riqueza y fortuna a todos ellos, y ellos que se fijan en ti pero no te apoyan por envidia, deberías tener mejor reconocimiento.

Deberían reconocerte tu capacidad para generar buen ambiente, qué menos. Ya sabes lo que pasa cada vez que das una conferencia en la que brindas al público la oportunidad de conocer tus cuitas, y de aprender de ti: todo el mundo te escucha atentamente mientras tu bufón favorito pasa diapositivas, y siempre rebates con argumentos de peso sus dudas.

Deberían aprender a reciclarse como tú hiciste, pasando de ser fundador de una Asociación Ecologista a ser promotor de la Energía Nuclear. Deberían aprender a repartir riqueza con el pueblo, y a valorar como merecen las personas que lo dan todo por ayudar a los demás, como tu querida concejala que podría llevarse 1 milloncito de euros de nada gracias a ti.

¡ Qué buen señor, si hubiera buenos vasallos! Pero no, amigo Santi. Tus vasallos no merecen tanta dedicación y grandeza, porque no saben valorarte como mereces. Ellos no tienen capacidad suficiente para entender cuanto bien haces por los demás sin recibir nada a cambio. Lo reciben otros de tu entorno, pero no tú, y eso es lo importante, lo que te convierte en un personaje digno de toda mi devoción. Sabes sacrificarte por el bien de los demás.

Qué más da que trabajes para tu Concejala favorita, y a lo mejor le tengas que agradecer ese favor. Esas cosas tendrán que entenderlas tus vasallos cuando se postren ante ti y vean el superdesarrollo de Tierra de Campos después de que pusieras toda tu sabiduría al servicio de unas gentes que no te merecen.

¿Tierra de Campos? No. Tierra de Santi I de Santervás, Salvador y Caudillo.

EL CATEDRÁTICO.

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