martes, 9 de marzo de 2010

"La miel de la Alcarria y la central de Zorita"

09/marzo/2010

Hace unos días me llegó la noticia de que ENRESA ponía de ejemplo en los vídeos que circulan por Melgar de Arriba y Santervás, y en las reuniones que tiene con los alcaldes de la zona, a la Miel de la Alcarria. Ese ejemplo, de producto agroalimentario producido en el entorno de una Central Nuclear, y que no ha visto mermados ni su producción, ni sus ingresos, a causa de encontrarse cerca de una instalación de este tipo.

Como la ignorancia es tan atrevida, antes de ponerme a criticar este tipo de argumentos demagógicos, quise informarme un poquito.

Para empezar, me enteré de que la Miel de la Alcarria se produce desde tiempos inmemoriales, con documentos que citan la fama de dicho producto desde el siglo XVII. También de que se constituyeron en Denominación de Origen desde 11 de noviembre de 1992, y como Denominación de Origen Protegida conforme al Reglamento de la Comisión Europea desde 21 de junio de 1996.

Busqué y encontré que la comarca de la Alcarria tiene 425 km2, y abarca 150 municipios de Guadalajara y 70 municipios de Cuenca. La longitud es de 120 Km de Norte a Sur, y de 60 Km de este a oeste.

Estos datos lo primero que me dijeron es que, desafortunadamente, en Tierra de Campos no disponemos de productos agroalimentarios que tengan un bagaje tan antiguo, ni una tradición de comercialización tan extensa como la de la famosa miel. Es decir, nuestros productos, por poco conocidos y protegidos, no tienen comparación alguna con la implantación y solidez de la que gozan los alcarreños.

Su relación con la Central Nuclear de Zorita (Guadalajara) comienza en 1969, año en que se inicia el funcionamiento. Por tanto, la implantación de la Miel en los hogares españoles fue anterior a la aparición del elemento nuclear. Caso contrario al que sufrirían la Lenteja Pardina o los Vinos Tierras de León, que por ser más “nuevos” se encontrarían con el déficit de comercialización que supondría la marca nuclear que caería sobre Tierra de Campos. Además, el impacto mediático que supondría en el año 2010 tener un Cementerio de Residuos Nucleares en nada se parecería al que pudo suponer en su momento la construcción de la Central de Zorita. El avance de las comunicaciones y la amplísima información y publicidad que se haría en julio de este año, haría llegar esa relación Tierra de Campos-Cementerio Nuclear al último rincón de la geografía española, y europea.

Sin embargo, sobre el terreno, también las cosas no son lo que parecen, puesto que si lo que se quiere decir que la Miel de la Alcarria se produce en las cercanías de la Central y se sigue vendiendo, se está contando una verdad a medias, por no decir mentira.

De los 26 productores de Miel de la Alcarria que están incluidos en la Denominación de Origen, sólo uno de ellos está a menos de 10 kilómetros del Poblado de la Central, que sería “HoneyCombe Sl” en Albalate de Zorita, a unos 6 kilómetros. En Pastrana habría otro productor a casi 11 kilómetros, y el resto empiezan a estar a unas distancias reveladoras.

Por ejemplo, habría 4 productores que estarían entre 25 y 30 Kilómetros del Poblado de la Central, y otros 4, entre 30 y 50 Kilómetros; entre ellos, el mayor productor, con un 15 % de toda la producción, que estaría en Tarancón (Cuenca) a 49 kilómetros.

Seis más se sitúan a más de 50 kilómetros y menos de 70, y otros seis entre 70 y 100 kilómetros. Del resto sólo se puede decir que hay dos a 136 kilómetros, otro a 107 y el más significativo, a 461, que sería “Eroski” que produce la miel “Seleqtia” en su sede de Elorrio (Vizcaya).

Todo ello nos dice que la media total de distancia a la Central es de 77 kilómetros, y si no contáramos a Eroski, sería de 62 kilómetros.

Veinte de los veintiséis productores tienen su producción a más de 30 kilómetros del poblado de la Central, y 16 de ellos, a más de 50 Kilómetros. Solo dos están a menos de 11 kilómetros, y veinticuatro están a más de 25 kilómetros.

Por tanto, la comparativa no aguanta. La práctica totalidad de Miel de la Alcarria se produce a más de 25 kilómetros, y en muchos casos, a más de 70 kilómetros. Este caso no se da en Tierra de Campos.

En Tierra de Campos, la Lenteja Pardina se produce a menos de 20 kilómetros de Santervás y Melgar de Arriba, y lo mismo ocurre con el Puerro de Sahagún, o el Queso de Villalón, que rondan esa misma distancia. El vino de la Denominación de Origen Tierras de León se empieza a producir a menos de 5 kilómetros de las localidades vallisoletanas. Eso por no hablar de la alfalfa, cebada, girasol, o legumbres que se plantan y producen en las tierras adyacentes a lo que sería el futuro Cementerio Nuclear.

Por todo ello, la situación no es comparable. Ni por proximidad, ni por implantación, ni por protección.

Seguramente todos queremos creer que nuestros productos son tan buenos como los de los demás, o mejores, pero hay cuestiones que no pueden desconocerse. En concreto, no podemos comparar la implantación y la fama mundial de la Miel de la Alcarria con la que tienen nuestros productos. Desafortunadamente, siendo productos excelentes, están comenzando su camino, y en ese camino no les beneficiaría en nada encontrarse la roca que supondría tener que luchar contra la mala fama que trae consigo convertirse en “zona nuclear”. Ese déficit no tuvieron que salvarlo en la Alcarria, puesto que su miel ya estaba implantada y era mundialmente conocida, y porque en 1969 los medios de comunicación no tenían tanto alcance como para poner el “sello radioactivo” allende los mares.

Tierra de Campos se juega su futuro en esta partida de mus que inició el Sr. Alcalde de Santervás de Campos. Soltó su órdago sin mirar las cartas, y ahora tocar decidirse por el “quiero” o por el “paso”. Si intentan ponernos ejemplos, que no sean como este, que no utilicen la demagogia y la desinformación para tratar de convencernos de que digamos “quiero” a algo que en nada va a beneficiar a nuestros productos agrícolas. Que alguien plantee una duda razonada sobre si no los perjudicaría, me parecería correcto si no utilizara ejemplos que no valen, como la Miel de la Alcarría, pero beneficiarlos, seguro que no los beneficia. La partida sigue en marcha, y algunos siguen sin mirar las cartas. ¿Juegas?

EL CATEDRATICO

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